Nuestras vacaciones comenzarán saliendo de los amarres de la Marina Dorica de Ancona, porque apuntar la proa hacia el este con las primeras luces del alba será la primera de una larga serie de emociones que experimentaremos en los días siguientes.

Después de unas 10 horas de navegación llegaremos a la primera bahía donde, después de disfrutar de los placeres de un agradable baño en las cristalinas aguas croatas, pasaremos la noche bajo cielos estrellados como en pocos lugares del Mediterráneo, lejos como están de cualquier fuente de contaminación lumínica.

En los próximos días alternaremos la vida en la bahía con la navegación a vela y será un placer para mí, para aquellos que quieran, enseñar los placeres de navegar impulsados únicamente por la fuerza del viento.

Pero también visitar los característicos pueblos croatas es una experiencia única, una vez pueblos de pescadores, hoy en día oportunidades para dar un paseo por la noche y tal vez degustar los platos típicos croatas en algún konoba.

Luego están las islas Kornati, únicas en el Mediterráneo, un parque natural, completamente desprovisto de vegetación por su origen y conformación, y las aguas azules  que contrastan con la roca blanca.

Pasaremos la travesía de vuelta con el alma llena de todas las emociones vividas en los días anteriores y regresaremos a Ancona donde desembarcaremos por la noche.