Lampedusa, Linosa y el archipiélago maltés son islas que conocemos desde hace muchos años y que navegamos desde 2004. Apreciamos la emocionante variedad de paisajes terrestres y marinos, el espíritu y el modus vivendi de los habitantes. La semana en velero es una oportunidad para compartir la experiencia de alojarnos en estas islas en el corazón del Mediterráneo, a medio camino entre Europa y África, respetando los ritmos de la naturaleza y ralentizando los de la vida cotidiana.

El crucero de ida con embarque en Lampedusa y desembarque en Gozo (Malta) es también una oportunidad para experimentar una navegación en alta mar de 70 millas (de Linosa a Gozo son unas 13 horas), lo que le da la emoción de ver solo el mar y el cielo a su alrededor, para profundizar en aspectos técnicos como el uso de instrumentación, el ajuste de velas, el análisis de las condiciones meteorológicas y si tendremos la suerte de avistar delfines y tortugas bobas.

En Lampedusa echaremos el ancla en la cala donde el agua tiene tonalidades caribeñas y transparencias, como la Tabaccara. En el lado norte nos detendremos bajo imponentes acantilados y fondos marinos azules. Nadando con la máscara, veremos fácilmente mantarrayas, meros, peces búho, loros, morenas, pulpos y muchas otras variedades de peces. También veremos a los halcones de la reina anidando en los acantilados. Incluso en plena temporada turística, tendremos la oportunidad de pasar el atardecer y las noches estrelladas en bahías semidesiertas.

Los aperitivos en lugares concurridos con música ensordecedora y vistas de la puesta de sol a partir de fotos de recuerdo no son para nosotros. En Lampedusa ofrecemos un aperitivo -incluido en la tarifa- en Porto M, que trabaja en la recuperación de las tradiciones musicales y culturales sicilianas (incluido el teatro de marionetas) y a través de un pequeño espacio museístico ofrece una reflexión sobre los temas de la migración.

Con 5 horas de navegación estaremos en Linosa, una pequeña y salvaje isla volcánica, donde con un simple paseo llegaremos a pie a los cráteres (extintos desde hace 600.000 años) desde los que admirar la isla desde arriba, los acantilados verdes y negros y el mar azul que te rodea. Con la máscara admiraremos fondos marinos basálticos, arcos y cuevas. También es posible, con embarcaciones locales, presenciar un espectáculo único al atardecer, el regreso de miles de pardelas a sus nidos. Una noche cenaremos en la asociación I Germogli, que apoya algunos proyectos de salud y educación en Uganda. La recaudación de la cena, incluida en la cuota, se destinará a apoyar los proyectos.

Dependiendo del tiempo y el viento, decidiremos por una navegación nocturna o diurna que nos llevará a Gozo, la segunda isla de Malta. Aquí echaremos el ancla frente a playas doradas, bordearemos imponentes acantilados, descubriremos increíbles refugios y lagos salados interiores, mientras que en Comino nadaremos en las aguas turquesas de la Laguna Azul.

Preferimos Gozo y Comino a Malta, cuyas costas son demasiado artificiales para nuestro gusto. La Valeta, en cambio, merece ser visitada antes de partir.

A bordo cocinamos con pescado fresco y productos locales.