Agradecemos a Anna y Ghego por el gran momento. Mucha aventura en el agua y en tierra. La comida era realmente buena. Anna y Ghego son muy acogedores y tranquilos, nos encantó nuestro tiempo en el Mezar :) Ghego es un marinero muy hábil y Anna con su lado artístico agrega un toque mágico a la experiencia.

No se podía esperar más de un viaje. El catamarán grande y nuevo. A/C siempre que hacía falta y agua en abundancia. El Capitán Lutius no podía ser más profesional y simpático. Nos hizo sentir a todos cómodos y siempre proponiendo hacer diferentes actividades en un ambiente divertido y desenfadado. Karin, la chef igualmente agradable y divertida. Muy profesional y atenta a nuestras necesidades. Los lugares que visitamos de ensueño y a pesar de algunas lluvias en línea general ha merecido la pena navegar fuera de temporada al estar prácticamente solos en los sitios más alucinantes. Siempre hemos tenido suerte con el resto de los clientes y en este caso no ha sido diferente y a pesar de ser mayoritariamente de habla francesa nos hemos comunicado muy bien en inglés.

Fui a un crucero en catamarán con un patrón y un cocinero, pero desafortunadamente la experiencia no estuvo a la altura de las expectativas. El destino y el itinerario propuesto son realmente espléndidos, así como la gastronomía a bordo, que fue lo más destacado. El modelo del barco también es muy atractivo, pero el barco no estaba en óptimas condiciones: el aire acondicionado funcionaba de forma intermitente, había filtraciones de agua en la cabina y, en general, no ofrecía el nivel de confort y lujo prometido. La tripulación, especialmente el patrón, era fría y poco comunicativa, hasta el punto de que explicarle las etapas o simplemente hacerle una pregunta parecía casi un estorbo. Esto hizo que la experiencia a bordo fuera bastante plana y poco atractiva. En resumen, a pesar de la belleza de los lugares visitados y la buena comida, el servicio y el estado del barco no justifican el precio pagado. Decepcionante relación calidad-precio.

una semana en un catamarán en las Seychelles con una tripulación italiana es pura magia. Ciccio, el capitán, Peppe, vicecapitán, y Claudia, la cocinera. Impecable hospitalidad, mar turquesa y playas de postal. Los invitados toooooopppppp.