Zarpamos muy temprano por la mañana para llegar a Capraia antes del almuerzo, que es una de las islas del archipiélago toscano al norte de la isla de Elba y más cerca de Córcega que de la Toscana. En los últimos años, se ha convertido en un paraíso para los marineros. Un verdadero paraíso en la tierra con naturaleza virgen y mar. Desde Rosignano hay unas 30 millas de navegación hacia el oeste. Después de una breve parada en Capraia llegaremos a Cap Corse y fondearemos en la bahía de Santa María, donde pasaremos la noche.

Por la mañana nos despertaremos en un mar de un color loco y en absoluta paz. La bahía de Santa María es conocida por su torre de vigilancia genovesa, que fue bombardeada en el siglo XVIII por los británicos y se ha mantenido así desde entonces. Después de desayunar, zarparemos rumbo al Desert des Agriates. Durante la navegación, rodearemos la isla de Giraglia (famosa por ser el punto de referencia de algunas regatas prestigiosas) y bordearemos el lado occidental de Cap Corse, deteniéndonos para almorzar (y nadar, por supuesto) en una de las calas a lo largo de la costa. A última hora de la tarde llegaremos a nuestro destino y pasaremos la noche fondeados en una rada protegida.

Hemos llegado a nuestro destino, durante el día visitaremos las distintas playas del desierto de Agriates y por la noche todavía daremos frente a los pueblos de Saint Florent o Ile Rousse, con la posibilidad de desembarcar con la embarcación auxiliar.