Las Islas Eolias son una verdadera concentración de belleza: acantilados rocosos, arena negra en contraste con el mar azul, pueblos encantados donde el tiempo parece haberse detenido y otros tantos vivos y mundanos, una rica flora mediterránea hecha de tunas, cactus, hierbas aromáticas fragantes.

Un lugar increíble que, como todo archipiélago, muestra su lado más fascinante cuando se experimenta en un velero. Ver las islas desde el mar permite descubrir los rincones más escondidos, las playas vírgenes e inaccesibles, el azul profundo en todas sus tonalidades.