Serán unas vacaciones de navegación tranquila y descubrimiento de una encantadora costa llena de artefactos históricos y bahías de cuento de hadas con cascadas que se sumergen directamente en el mar.

Fethiye es una ciudad muy agradable y animada, especialmente en la zona del mercado atravesada por un pintoresco laberinto de calles estrechas llenas de tiendas y puestos.

Viniendo del mar, destacan las tumbas rupestres que salpican los acantilados que dominan la ciudad, y al oeste de las tumbas encontramos los restos de una fortaleza medieval.

En Karacaoren, entre la isla coronada por numerosas ruinas, hay un sugestivo fondeadero. Más adelante descubriremos una preciosa cala que termina en una preciosa bahía.

En el interior de Kalkan se encuentra el impresionante teatro antiguo de Patara , que bien merece una visita.

Una bonita vela y aquí estamos en la isla de Kekova. La rada en la costa garantiza numerosos fondeaderos. Nada más entrar en la rada se puede ver el magnífico castillo bizantino.

Amarrado el barco en Oludene, es interesante subir la colina y visitar la antigua necrópolis de Licia que se asoma al mar, rodeada de olivos centenarios: una multitud de sarcófagos, verdaderas obras de arte rupestre, todavía en perfecto estado después de dos o tres mil años desde su construcción. No muy lejos del amarre, una escalera desciende directamente al agua, conectando el continente con las ruinas sumergidas. La subida al castillo es empinada, pero merece la pena por la vista de la isla del golfo y la posibilidad de ver las partes sumergidas de la ciudad. El liceo y las tumbas bizantinas están en parte por encima y en parte por debajo de la superficie del agua, los restos de un pequeño teatro.

Ceneviz Limani (Porto Genovese en turco) es un fondeadero espectacular.

La ciudad de Antalya, nuestro último destino, es fascinante.

Se encuentra sobre un promontorio en una posición espléndida en el fondo del golfo del mismo nombre. El monumento principal es el minarete cónico que data de la década de 1300, cuando la ciudad se convirtió en otomana. Gran parte del casco antiguo ha sido restaurado y cuenta con hermosos ejemplos de arquitectura griega y otomana. 

Pero quizás el espectáculo más hermoso es el que ofrecen las cascadas de Duden (Duden Selalesi): el agua del río cae desde un acantilado directamente al mar , creando un panorama muy sugerente tanto a lo largo del parque circundante como desde el mar a bordo de un barco.